Esta terapia consiste en la emisión de ondas de energía que penetran profundamente el cuerpo con la capacidad de elevar la temperatura de la superficie corporal, activando funciones del organismo e incluso la destrucción de células cancerígenas.
Tiene la ventaja de no ser invasiva, ni de ocasionar efectos secundarios ni nocivos en el organismo, por el contrario, fortalece el sistema inmunológico y cardiovascular, mejorando la circulación sanguínea.